Canto de Sirenas

jueves, marzo 30, 2006

Reconciliación

¿Qué es más difícil, reconciliarse con las personas, con las hechos o con los cosas? Creo que están en orden. Definitivamente es más difícil reconciliarse con las personas, porque es algo de a dos y por ello, por lo menos yo, lo evito. Lo evito por miedo a que me rechacen, a que la mediación no resulte como se esperaba y porque soy más orgullosa de lo que pensaba, por ello trato de obviar lo que pasó (cuando ya las aguas se han calmado) y seguir como si nada ha pasado, olvidando, olvidando.
Reconciliarse con los hechos tal vez es un poco más difícil porque no los puedes enfrentar cara a cara, es algo solo tuyo, solo puedes ver las consecuencias o repercusiones de estos en ti o en tu entorno, y porque quizás empiezas a odiar parte de ti, tal vez por eso uno los odia más y los rechaza más.
El “ponerse en buena” con las cosas, también tiene que ver con algo propio, con las propias imbecilidades y estupideces de las personas que nos enojamos con los objetos por el simple hecho de que nos causaron “algún mal”, como los zapatos que te rompieron los pies o la polera que te hacía ver gorda.
Estos tres primeros meses del año me a tocado un poco de todo ello, y creo que es un buen proceso para crecer y para darse cuenta que siempre hay segundas oportunidades y que son justas tanto para la otra parte (una persona, un objeto, un hecho) como para uno mismo. Es increíble que cosas tan "insignificantes" te hagan cada día un poco más feliz