Canto de Sirenas

viernes, junio 29, 2007

Triste??, yo??

Me han dicho que esta cosa está media depre, que está triste... pero yo no hayo...
Bueno como yo solo escribo y ustedes perciben, les contaré lo que sí me tiene muy contenta.
Primero que todo, el jueves recién pasado (28 de junio 2007) me saqué un 5.5 en el exámen de Ética Periodística (ramo muy importante, como podrán notar por el nombre), lo que me tiene muy que feliz, porque por primera vez en mi existencia doy un examen oral y mi memoria no se queda en blanco y además entro convencidísima que sé (un aplauso para mi, por favor).
Ahora, segundo y no menos importante, desde hoy, viernes 29 de junio, me queda sólo una semana para empezar mis vacaciones de invierno. Bueno eso no es nada del otro mundo, ya que para algunos tantos estudiantes y universitarios también empieza este tan anhelado tiempo. Pero lo especial es que en una semana más me voy en un avión rumbo al extremo norte. Tan allá voy, que voy a llegar al país del norte: "Señoras y señores abrochense los cinturones, estamos listos para despegar con rumbo a Canadá". No, no me voy a la cana, no voy presa, no es la forma popular de denominar que me voy tras las rejas, no. Me voy de veritas, de veritas al país de la policía montada, de Jim Carey, de Chris Jericho, de Celine Dion y de quién sabe cuánta gente más. Allá estaré yo feliz de la vida agringandome de lo lindo.
Una mansa oportunidad que de verdad no pensé que podría ser... bueno no tan luego, era una meta que tenía para algunos años más (bastante más).
Ya, deseenme suerte.
Besos. YO (obvio)

jueves, junio 28, 2007

Chris Benoit: la persona y el luchador


Es difícil para mí referirme a este tema porque confluyen tanto mi visión como futura periodista y como fanática de la lucha libre.
Antes hay que remitirse a los hechos y solo a los que, hasta ahora, se tienen por cierto. Chris Benoit (luchador de 40 años) fue encontrado muerto (ahorcado) en el gimnasio de su casa, el día 25 de junio de 2007, en donde además se hallaron los cuerpos sin vida de su esposa y su pequeño hijo de siete años, todos en cuartos distintos de la casa.

Ahora, los elementos que han logrado que esta noticia haya causado impacto casi a nivel mundial (llegando hasta nuestro país los detalles escabrosos de este suceso. Sin ir más lejos La Tercera de hoy, 29 de junio, lo publicó en una de sus páginas) son los trascendidos de que Chris Benoit asesinó durante el fin de semana a su esposa e hijo (el viernes 22 y sábado 23 de junio respectivamente) y que luego se suicidó el día 25 de junio. Además se habla de uso de esteroides, de llamadas telefónicas con ejecutivos de la WWE justificando su inasistencia a los eventos pactados ese fin de semana y reiterados mensajes de textos a sus compañeros, dando a conocer la dirección exacta de su casa.

He leído mucho sobre este caso, no sé por qué me obsesionó, tal vez me parece increíble que un hombre que veo por televisión todos los sábados, luchando, entreteniendo a un gran público, pueda hacer lo que dicen que hizo. A pesar de trabajar en una actividad violenta no daba la sensación de que el fuera violento de verdad, ni tampoco da esa sensación con los otros luchadores, no sé si me explico bien.

La dicotomía que me produce todo esto es, por un lado la explosión de información que hubo y que hay en torno al tema, los comunicados y “nuevos” detalles que aparecen cada minuto sobre un caso horroroso (siendo muchas veces los mismos de página en página, recurriendo al clásico “copiar y pegar” de medio en medio); y por el otro como su imagen de gran luchador (como se ha dicho en todas partes) queda reducida y manchada dentro de los medios por el acto que realizó Benoit el fin de semana pasado.

Yo creo que aquí es de suma importancia separar tajantemente a la persona del luchador. No debemos olvidar que dentro del ring el era espectacular y era lo que debía importarnos como fanáticos, espectadores o como quieran llamarlo ya que su vida personal no entraba en este juego. Pero como ciudadanos, como personas que necesitamos estar informadas, la tragedia que sucedió a la familia Benoit es importante, porque Chris, persona y luchador, está en vuelto en un presunto delito que la opinión pública tiene derecho a conocer y que se acrecienta por ser él, además, un personaje público (digo “presunto” porque no se ha decretado por un juez o por una autoridad pertinente que haya sido un delito, aunque los medios con su información y los datos minuto a minuto junto con las personas que se han informado en esos medios ya tengan su propio juicio hecho) . Pero que quede claro que no por esto su imagen como luchador (y la actividad lucha libre, lo que ésta implica y los que se desempañan en ella) deban quedar manchados o menos cavados por lo que se le acusa a Benoit: doble homicidio y suicido.

El luchador es el que siempre debemos tener en alto, independiente de los actos que el haya tenido fuera del ring, independiente de este suceso tan horrible del que se le acusa. Es aquel que se ponía trusas moradas, amarillas o negras, el que hacía el cabezazo destructor volando desde una esquina, el que aplicaba llaves que hacían que sus oponentes se rindieran en medio del ring el que debe quedar en nuestras memorias. Porque el otro, el que cometió ese acto delictual (si es que así fue), el que acabó no sólo con su vida, sino que con la de su mujer y la de su hijo, es esa persona la que debe irse con el cuerpo bajo tierra junto con todo lo condenable de su acción, con la rabia, la impotencia que nos provoca y la explicación que nunca vamos a tener de primera fuente.

Espero que Chris Benoit, el luchador, y los recuerdos memorables que podamos tener de sus presentaciones queden, lo otro… que más da.


Para más información clickea http://www.prwrestling.com/

Chris Benoit (pequeña referencia)


Para los que no saben y quieran entender un poco, Chris Benoit es de origen canadiense y se inició en la lucha libre en el subterráneo de Stu Hart (archiconocido entrenador). Es sabido que la persona que sale de ahí será un muy buen luchador y podrá garantizar un espectáculo digno de admiración. Obviamente Benoit era uno de estos.

Es difícil no resaltar su fuerza y su realismo a la hora de luchar. Es por ello que un percance en el ring le dio la fama que sustentaría por años; desde que le rompió accidentalmente el cuello a Sabú en una lucha se hizo conocido como el “Canadian Crippler” (algo así como el quebrantador o fracturador canadiense).

Su carrera rindió frutos, y pudo saltar a la compañía de lucha más grande, la World Wrestling Entertainment (en ese tiempo WWFederation) donde se conviertió en Campeón Mundial de peso completo en el evento más grande de la empresa: Wrestlemania XX. Pero este es sólo uno de tantos que ganaría a lo largo de su carrera y la WWE no fue la única que tuvo el privilegio de trabajar con él, la ECW y la WCW también lo tuvieron entre sus filas.

viernes, junio 22, 2007

Fuerza

No sé de donde la saco, pero de alguna forma aparece

No sé si está oculta en mí o los dioses me la otorgan, pero siempre está.

Fuerza es la que necesito para despertarme cada día

Fuerza es la que me llena de alegría aparente

Fuerza es la que necesito para mantenerme en pie.

¿Tendré fuerzas siempre?

¿Me alcanzará para los últimos días?

Creo que solo depende de mí y de mis ganas de seguir pisando la tierra, de sentir las caricias del aire en mi cara y dejar que éste coquetee con mi pelo a su antojo.

Fuerza es la que me dan mis antepasados, los espíritus...

Fuerza es la que me doy yo para sostenerte a ti, o a ustedes.

Fuerza es la que me falta para sostenerme a mí... solo a veces.

Escrito el 21 de septiembre de 2005